
La arboleda, las cenizas, la cuchara, el esqueleto. Es el sexo en las pupilas, el sexo en la azotea, el sexo de cuclillas, el sexo en el abismo, el sexo en la cocina, el sexo en los vacíos, el sexo en las neuronas, el sexo en italiano, el sexo en elefante, el sexo con muletas, el sexo en la vitrina.
El estornudo, el toser, el hambre, la fiebre. Es el sexo en hospitales, el sexo con enfermos, el sexo enfermo, el sexo anaranjado, lo romántico del sexo, lo abstracto del orgasmo, la dulzura del ciruelo que alberga el sexo formicante. El sexo en las hormigas, el sexo con el lodo, con el talco, en ataúdes.
La merienda, la bilis, los fluidos, el romance masturbado.
La carencia, la elocuencia, la efervescencia de las pieles conjugadas.
Contrastadas. No identificadas.
El sexo en el ambiente, el sexo en el cerezo, el sexo en el CERESO… con el universo.
Lo siento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario