Arañas y moscas

Y directamente lo hago; no se puede axiomar teorías, vender caricias, violar al tiempo, asomarse por las ventanas rotas con los vértices yugulados, esclerosar las distancias, condensar los huesos, mimetizar lo no inventado, platicar lo imposible, testificar mentiras bondadosas aunque resuciten a las moscas en invierno, decir cosas sin sentido, jurar estupideces, adorar vivos, derretir glaciares, quemar vergeles en desiertos consumados, ser de lodo, volar a la velocidad de los sonidos encontrándose, abusar de las arañas por todos los rincones, esconderse en sus rincones, comerse a las arañas, arañar los engaños de los años, llenarse los ojos de lagañas y regañar las marañas de las mañas... tirarte a las arañas y engañarnos por todos los rincones, todas las mañanas.

Así me quedo atravesado con las letras tangenciales, porque sufro el hambre de sentirme ausente.

Aburro a las palabras y se van volando como las moscas.

Igual de molestas, sin plantar las patas.