27 de enero de 2010

rui(n)señor

No es el reflejo de un instante lo que promete la vida al rui(n)señor, sino cientos de miles de segundos que se resumen a millones de vidas perdidas, cabellos abstractos sobre la almohada al amanecer, el dulce aroma de la vid añeja en toneles raídos, porque es soñador y abusivo el exhalar de la vida al hacerle promesas al rui(n)señor.

Por eso corre, vuela, navega por el mundo, rui(n)señor, arrastra tus alas y vuélvete pecado, azul y alegre rui(n)señor, compón tres mil sonetos y despreocúpate, rui(n)señor, pues el mundo no concluye aún, y a pesar de que la mañana sea fría y absurda, te quedara el recuerdo de su risa al partir hacia el oriente, rui(n)señor.

No vuelvas nunca, vuélvete infinito y enamórate del viento, rui(n)señor, dibuja al sol en los rincones e imagínalo brillar, reflejarse en tus ojos hasta enamorarte de él también.

Haz del cielo tu amante y engáñalo con las mariposas, rui(n)señor, embaraza a las nubes y acuéstate con las hojas del ciruelo, muérdele los senos a las montañas y juega bajo sus faldas, rui(n)señor, piérdete en ellas, bebe el néctar de sus flores y hazle el amor a la tierra, y así, insaciable rui(n)señor, el reflejo de los instantes se quedará tatuado en tus alas cautivas, y al despertar cada vez en tu jaula, el recuerdo aminorará el exhalar abusivo y soñador de la vida al prometerte el mundo a través de la ventana.

Buenas noches rui(n)señor… cierra los ojos y quédate así.

Espero que juegues a ser hombre nuevo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario