Róbame el sueño, pero regálame fantasías que imaginar.
Ámame, siénteme ahora, porque no soy eterno como el sol que ilumina mi rostro al mirar tus labios que me invitan a pensar historias inimaginables.
Tus ojos son la llave de mi alma cual desnudas con tan sólo pensarla, porque soy de ti y mis manos te aconsejan el arte engendrado por la brillantez de tu mente azul. Deseo en tus brazos fundirme y hacerme eterno en tu mirada, inmortalizarme en tu memoria y nacer a la vida eterna desde tus manos.
Acaricia mi aliento y bebe de él, canta, hazme agonizar con la melodía mientras danza la luna al son de tus notas hasta llorar y fundir sus lágrimas con mis suspiros, salpicando tu piel de plata y pintarte la anatomía de esplendor vivaz.
Y si un día el tiempo se detiene, será porque he dejado de pensarte, y si el mundo al revés llega a girar, será porque he dejado de AMARTE.
Cuando descubras donde comienza el espacio o cuentes todas las estrellas que de él cuelgan, entonces me habré ido.
¿Pero has conocido a quien haya logrado tales hazañas? Yo no, porque son falsas añoranzas como la de sentirme vivo si de ti me hallo ausente.
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