28 de julio de 2017

love is our resistance




Porque te puedes enamorar de un precipicio al que nunca pensaste querías a caer; te encuentras en el borde del caos, dejando atrás los campos de flores y los domingos soleados, el fútbol que aunque no lo entiendas, te reconforta con sus narraciones y el bullicio de la gente a través de la pantalla, dándote cuenta que la gente que más te ama está junto a ti.


Nunca imaginaste que serías capaz de saltar el tiempo y engendrar nuevas perspectivas, encontrar secretos en lo más profundo de tu corazón y en lo más crudo de las demás entrañas. Entiendes que eres efímero, una eternidad que puede durar lo que un parpadeo. Los dolores de cabeza y el sueño más profundo te hacen su presa, desesperas en el fondo y ves todo tan lejos que no alcanzas ni a imaginar tocarlo.
Y de pronto te ves cayendo en el precipicio, recuerdas los cuentos, las canciones, los vestiditos y a tus primas jugando a ser grandes, laberintos de árboles por muros y zanjas que te tumban y tropiezan el esqueleto sin lograr hacerlo caer, pasteles de lodo y la guerrera color piel.

Recuerdas los acertijos porque tú los habías inventado, pero eran tan perfectos que incluso tú olvidaste cómo resolverlos.


Y ahora el laberinto se retuerce hasta formar una línea recta y te encuentras en el medio, avanzando con el miedo de que el medio hayase puesto trampas. Y justo antes de que el sol se esconda, estarás regocijándote porque habías decidido un sendero con un destino seguro, diferente a como lo había sido su camino.

1 comentario:

  1. Se alimenta el miedo con palabras en la cabeza, que no recuerda el laberinto pero si la amenaza.

    Actualizamos el camino, con cada mañana, pero el anhelo y la nostalgia desarrolla la confianza!

    Ama✨

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