Un país dormido se despierta
camufla la porquería de sus rincones
el latido de su historia putrefacta
(los edificios palpitan secuestrados)
Con la fascinación ecuestre de las noches ciegas
el antojo por la núbil mujerzuela se hace trizas
y ya no quiero ser gestado
(secuestrado)
Me dijeron que lo hiciera con azúcar
me dijeron que lo rellenara de infecciones
y me enredé con los pelos de tu ausencia
(de tu efervescencia)
Por aquí todos estamos bien
Ya no quedan más rincones
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